Bienvenido a Collagium. Un espacio donde se muestran de forma desordenada pequeños instantes congelados de una vida, pensamientos, reflexiones, proyectos... Todo lo que un día tras otro me interesa y conforma pedazo a pedazo mi existencia.


miércoles, 10 de febrero de 2010

Estrella de Javalambre

Estrella de Javalambre es una concentración motera invernal a semejanza de la famosísima Stella Alpina de los Alpes Italianos. Se celebra en el pueblo de Manzanera, al sur de la provincia de Teruel, entre valles profundos y picos nevados y silenciosos, muy cerca de las estaciones de esquí de Javalambre y Valdelinares. La singularidad de esta concentración es el subir en moto hasta el pico de Javalambre por una pista de tierra para recoger la estrella. Lamentablemente en nuestro caso no es un edelweis, sino una insignia con forma de estrella. Julieta Valiente, mi Honda Deauville, no es una moto de trail y no sé cómo se va a comportar en tierra... No sé si conseguiré el codiciado tesoro pero no sólo eso es lo importante: disfrutar de los amigos, de la ruta, tener nuevas experiencias...

He quedado en Manzanera con mis amigos Jano y Pau que vienen desde Barcelona y también irán a la concentración Monche y Corchopan amigos de éstos pero que no conozco. Yo salgo desde Madrid.


En moto no me gusta viajar por autopista, he planeado salir de la A-3 tan pronto como sea posible y seguir por nacionales y comarcales. Entre Tarancón y Cuenca la autovía está en obras en un tramo bastante extenso y se convierte en una carretera en obras, peligrosa, incomodísima y llena de rotondas. Antes de llegar a Cuenca dejo definitivamente la autovía, en la salida 174. Comienzo a sentir el cansancio y del otro lado de la autopista se ve una gasolinera con una cafetería muy prometedora. Aprovecho para llenar el depósito y para descansar un rato. La cafetería es aun mejor de lo que parece y me bebo una Cocacola memorable, sentado en un comodísimo sillón y tomando el sol a través de unas cristaleras con una preciosa vista. Se la recomiendo a todo el mundo.


Continúo mi camino por la N-420. Es una carretera buena y ancha que discurre a través de los paisajes frondosos de las estribaciones de la Serranía de Cuenca. A partir del primer pueblo, Fuentes, la carretera comienza a retorcerse alrededor del Puerto del Rocho. Es la primera carretera divertida del viaje, Julieta se inclina Valiente en las curvas y me llena de adrenalina y emoción.


Pasado El Cañizar me desvío en la CM2250 y continúo por la CM215 hasta llegar a Landete donde tomo la N330 durante unos pocos kilómetros al cabo de los que sigo por un desvío a la izquierda. Comienzo a circular por la CM2230 ¡Qué carretera en tan mal estado! ¡Y encima en obras! Especialmente el tramo que pertenece a la Comunidad Valenciana es lamentable y tardo más de una hora en recorrer los escasos 25km que discurren por esta comunidad. Entrando en Aragón la carretera vuelve a ser transitable y en poco más de una hora de preciosos paisajes llego a Manzanera.

Me esperan, ya comiendo, mis compañeros de aventura (de izquierda a derecha: Jano, Pau, Corchopán y Monche). Las últimas 3 horas de viaje las he hecho sin parar y estoy agotado. Una sopa de verduras y dos huevos fritos con panceta y patatas fritas, junto con la agradable conversación de mis colegas me devuelven a la vida. Es el único restaurante del pueblo y está haciendo el agosto con la concentración. A todos nos parecen excesivos los 15 euros por barba del menú.


Lo peor de esta concentración es la falta de actividades durante la tarde. La organización no ha previsto nada hasta la procesión con antorchas a las 23:30 y la fiesta motera a las 24:00. Lo único que hay que hacer es ir a formalizar la inscripción en el camping. Se encuentra justo en el extremo opuesto del pueblo del apartamento que hemos alquilado pero no hay mal que por bien no venga, tenemos la oportunidad de recorrer el pueblo entero. Sorprende el excesivo ambiente custom y el escaso ambiente trail que parece el apropiado para esta concentración. ¡Si estas motos pueden subir a por la estrella, mi Julieta también!


Después de la inscipción nos quedamos tomando unas cervezas en el bar. Hay muchísima gente pero no hay demasiado ambiente motero. Los grupos no se mezclan y no trabamos conversación con nadie. En esto ha sido una concentración atípica, hemos vuelto sin ninguna nueva amistad.
 

La procesión con antorchas siempre pone el toque pintoresco a cualquier concentracion. Como ninguno llevamos acompañante y no podemos llevar antorcha no nos decidimos a participar en el desfile. Había todo tipo de engendros motorizados paseando por Manzanera, como una inmensa Goldwing con sidecar que el día siguiente nos cruzamos yendo a por la estrella.

La fiesta motera comenzó inmediatamente después. En un amplio salón municipal con paredes blancas se instaló una discoteca ambulante y una barra. La bebida tenía precios asequibles posiblemente porque que el pinchadiscos, que debía de estar en prácticas, subvencionaba el resto de la copa. Cansados de todo el día y hastiados de la mala música, nos retiramos al apartamento a echar una parrafadita y meternos en la cama.



El mayor temor de Corcho y mio era que lloviese durante la noche puesto que nuestras motos, mi Julieta y su R1200RT no llevan ruedas apropiadas para el barro. Afortunadamente el domingo amaneció una mañana seca, fría y soleada, estupenda para montar en moto. Recogimos los cinco mil bártulos que uno arrastra para una concentración y fuimos a quitarnos las legañas con un café, en un bar de pueblo lleno de moteros.


Había llegado el momento de la verdad. Las instrucciones de la organización son claras: Salir del pueblo por el extremo opuesto al camping; aproximadamente a 1km desviarse a la derecha en dirección a Las Alhambras. A partir de este pueblo la carretera deja de estar asfaltada y comienza la tierra. Es en estos instantes, en que uno se adentra en un terreno desconocido, cuando se dice "En cualquier momento me va a resbalar la rueda delantera y me voy a pegar un piñazo que aparte de destrozar la moto, va a hacer que toda esta gente se mofe de mi el resto de la vida ¿Porqué me meteré yo en estas aventuras?". Cuando poco a poco se va ganando confianza en el comportamiento de la moto en el nuevo firme y se levanta ligeramente la vista se encuentra la respuesta. ¡El paisaje es espectacular! Se avanza lentamente por una pista de tierra muy compactada rodeado de colinas que conservan los girones blancos de la última nevada. A lo lejos y delante la Sierra de Javalambre, magnífica y completamente nevada.



De repente la nieve hace aparición en el camino. Primero sólo en los bordes y poco a poco lo va cubriendo todo hasta que en determinadas partes avanzamos en fila india siguiendo las mismas rodadas. En un claro vemos una aglomeración de motoristas. ¡Hemos llegado al final de la prueba! ¡Hemos ganado la Estrella de Javalambre! La organización ha tenido que acortar la ruta por que el camino está inundado de nieve, intransitable sin ruedas especiales.


Al volver a Manzanera llega el momento de despedirse de los amigos y emprender el retorno. Jano, Corcho y Pau vuelven a Barcelona, Monche se queda unos días por la zona haciendo turismo y yo vuelvo a Madrid. Para evitar la CM2230 que en tal mal estado está, decido ir por la A23 hasta Teruel. Resultó ser un gran acierto. La N330 en el tramo de Teruel a Mas Jacinto donde se une con la N440 hacia Cuenca es una carretera divertidísima, llena de curvas y con muy poco tráfico aunque a veces el firme no es muy bueno.


En Cuenca vuelvo a parar en la misma gasolinera pero esta vez en vez de una cocacola en la cafetería, tomo un café. Hace mucho más frío que el sábado y está comenzando a chispear. A la salida me enfundo en el traje de agua que no resultó ser necesario hasta la entrada de Madrid. La gran ciudad me recibe con una ligera llovizna, en realidad llanto de tristeza porque había terminado una fantástica aventura y tendré que esperar muchos meses para la siguiente.

MrFloyd

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